Escuchando un programa en Radio Nacional de España sobre mejillones, me di cuenta de la cantidad de posibilidades que ofrece este molusco. Con ajo, con cebolla, con cerveza, con cilantro, con pimiento verde, con curri, con leche de coco, con raíz de gengibre... Los belgas, considerados los grandes especialistas, son los encargados de darnos recetas a tutiplén. De los gallegos no nos podemos quejar. Tienen el producto y saben manejarlo. Al final, el sabor es lo que cuenta. El proceso, más o menos elaborado, es importante. Sin embargo, en el momento de comer, se rechaza o se acepta. Lo mismo pasa con nuestras clases de español. Evidentemente, el profesor prepara sus clases y da las instrucciones elaboradas para que sus alumnos alcancen el producto. La prueba llega cuando el estudiante tiene que producir un discurso con los ingredientes aprendidos. ¿Sabe o no sabe?
Ni todos los estudiantes son buenos comensales ni todos los profesores buenos cocineros.
¿Cómo preparar un buen bocadillo de mejillones?
domingo, 26 de octubre de 2008
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Datos personales
- Eduardo Galindo Navas
- Estocolmo-Vejer de la Frontera, España, Sweden
- risueño, hiperactivo, filólogo (de Hispánicas), deportista cervecero, lector hasta de las etiquetas del champú en japonés, comunicador, viajero, responsable, avasallador y avasallado.
2 comentarios:
Hola
Vale tu filosofía ..... pero el bocadillo de mejillones no precisamente pertenece al digamos ..mundo gastronómico ....
quien sabe?
la penicilina nació de un error no calculado
quizás estamos ante las puertas de una nueva era en el universo gastronómico...
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