miércoles, 14 de mayo de 2008

Alemania-Suecia, con dos infiltrados.

Este fin de semana estuve en Berlín. El objetivo es que mi equipo, la asociación de periodistas suecos, aunque yo no soy ni sueco ni periodista, se enfrentaba a un conglomerado de escritores alemanes. Fue un fin de semana con mucha intensidad y con una ilusión, vencer a los alemanes. Tras noventa minutos, el resultado mostraba la derrota de los escandinavos por 3-1. La crónica del partido, con fotos incluídas, está aquí. EL único inconveniente es que está en sueco. Todo parece más o menos normal exceptuando a un español en el conjunto sueco. Y ahora viene lo bueno. Cuando entré en el campo de fútbol, me encontré en el equipo rival a un estudiante de español que había tenido hace más de 10 años y con el que compartí gratos momentos tanto dentro como fuera del aula. La sensación fue de incredulidad absoluta. Analizamos nuestras experiencias en España y nuestra situación actual. Lo de ser profesor de español, entre otras cosas, tiene este tipo de momentos que hacen grande a la profesión.

1 comentario:

Nickelodeon dijo...

Capalulo y Larek (laponés) gragaban pongos y critaban cacelotes. Hurobo pretó cómo gaco bero cá, garotes otomanas. Chiripi cretó guzo muco y mamelote pipaba y grelebaba y todo.
Hurobo anacaba petelobos aunco ni prelapa ni muselino ni otro prenubo. Ubobuletín (otro laponés) grepa (o grababa) no predicament. !Cachapa! !Shitomalla!

El autor

El autor
en un parque de Estocolmo, Johanesplan.

Datos personales

Estocolmo-Vejer de la Frontera, España, Sweden
risueño, hiperactivo, filólogo (de Hispánicas), deportista cervecero, lector hasta de las etiquetas del champú en japonés, comunicador, viajero, responsable, avasallador y avasallado.